martes, 28 de julio de 2009

La Casa Amarilla
Vincent Van Gogh

Sobre Vincent Van Gogh: El día en que Vincent comenzó a Morir…

Leía asiduamente a escritores franceses como Émile Zola, Moupassant, Balzac, sabía cuatro idiomas, además de latín y griego y aunque sus primeros estudios los hizo en el pequeño pueblo donde había nacido, en Groot- Zundert, Holanda, no había límites para su inteligencia, pero no aceptaba el orden impuesto por la sociedad. Tras sus estudios en el Internado de Zebenbergen y mas tarde en Tilburgen. Hacia 1869 a los 16 años trabajara en una Galería de arte, en La Haya, después como librero y más tarde fue predicador evangelista de los mineros, donde atendía a los enfermos y a los heridos por las constantes huelgas, hasta casi desfallecer.
Pinto 800 obras en poco mas de 9 años, hizo mas de 1600 dibujos, escribió mas de 750 cartas que se convirtieron en una confesión arrolladora acerca de lo que anhela y sufre un artista, y no bastaría una vida para leer las cientos de miles de paginas que se han escrito acerca de su vida y su obra, considerado genio después de muerto Vincent Van Gogh encarna el ideal del artista que será imitado, admirado, reverenciado a través del tiempo, basta con decir que hasta hay quienes piden como ultimo deseo antes de morir que sus cenizas sean arrojadas cerca de la tumba de Vincent, día tras día son retirados del lugar no solo esas ofrendas humanas, sino también cientos de miles de cartas que llegan hasta allí desde todo el planeta. Dos de sus obras figuran como record de subastas por mas de 80 millones de dólares en los años 90, Quizá lo ocurrido el ultimo 8 de junio del corriente en el Museo de Ámsterdam dedicado a la obra del artista lo dice todo, el museo recibió en esa muestra denominada Los Colores de La Noche a 530.000 personas, casi increíble para alguien que no creía ser un buen artista, según el mismo lo afirmara en una sus cartas a su hermano Theo.
Vincent describirá en una carta a su amigo Emili Bernard como pintaba sus obras: cubría los planos a veces con colores suaves, en otros muy por el contrario daba vida a los planos con pinceladas anchas y cortas que parecían la estructura de un muro o una rejilla y no vacilaba en perfilarlas con contornos, realizaba pegotes de color, trabajando con un pincel duro, rayando si se quiere las formas, en muchas ocasiones no hacia estudio previo, pintaba directamente sobre el lienzo con tanta seguridad que nunca hubo de retocarlo. Tanto en las pinturas como en los dibujos dominaba un trazo rítmico que prestaba a la obra una extraordinaria viveza.
Pero el drama es que en su vida personal no encontraba un equilibrio, después de su aventura como pastor y ya dedicado a la pintura escribirá -me siento absorbido por la naturaleza, por los colores, es algo que no puedo dominarlo- había confesado alguna vez, necesitaba pintar, pero no podía vivir del arte. Sus relatos acerca de los paisajes que se disponía pintar están imbuidos de poesía- Supón ahora un Abeto azul, verde, inmenso, extendiendo sus ramas sobre un prado muy verde y la arena manchada de luz…dice en una de las líneas de su sus cartas.
A principio de 1889 Vincent Van Gogh fue internado en el manicomio de Saint Rémy que estaba muy cerca de Arlés, una pequeña aldea en La Provenza en Francia, el lugar que había elegido para vivir y dedicarse por entero al arte, una pelea con su amigo el también genial Poul Gauguin hizo estallar en él la autodestrucción, (se corto una oreja y se la envió a una prostituta) según narran los biógrafos del artista. Se dice que siguió tranquilamente a los gendarmes que lo detuvieron en Casa Amarilla, su vivienda-taller y llevaron hasta la fría celda, sin embargo ese fue el instante en que Vincent comenzó a morir, aunque en realidad lo de la pelea con Gauguin era una excusa para que ese brote de locura terminara exteriorizándose. Estaba enfermo seguramente desde hacia mucho tiempo. Sus convulsiones de diferentes grados de violencia y duración, le impedían siquiera pensar, todo ello sumado a sus alucinaciones que lo alejaban de la realidad, lo que hoy podríamos llamarle Psicosis, no se recuperaría de la enfermedad que lo aquejara ya nunca y si hipotéticamente lo hubiera hecho, jamás los ojos de todos los que lo rodeaban aun hasta su propia familia volverían a verlo de la misma manera, atravesado ese umbral es imposible volver porque la condena social es aun mas terrible que la enfermedad, quebrada su vapuleada reputación, con su escasa vida social del todo limitada, siendo por completo dependiente de los otros no había otro remedio que buscar la manera de que todo termine.
El año que duro la internación, Vincent, seguía pintando cuando podía, a veces por semanas enteras no podía siquiera tocar un pincel, no obstante reflejó en esta su última etapa lo que veía, lo que tenía más a mano. En efecto a pesar de que prontamente dejaría ese lugar sabía que lo llevaría consigo fuera donde fuera.
Algunos críticos aseguran que había mensajes ocultos en sus obras, premoniciones de la tragedia, que había pintado de un solo impulso, en Silla con Pipa y el Sillón de Gauguin, de 1888 por ejemplo se vislumbra la muerte pues el significado de estas obras, es precisamente la ausencia, el vació; también en su obra Campo de Trigo con Cuervos que se asegura es la ultima obra del artista, (aunque otros investigadores de su vida, aseguran que pinto otras cuarenta después) para esta obra Vincent había pedido prestado un fusil o un revolver todavía eso no esta claro, y se dirigió a un campo de trigo, allí armo su caballete y efectuó dos disparos, espantando a los cuervos, de esa imagen Vincent extrajo la inspiración para esa obra que a su vez era la representación de su mas profunda tristeza, por lo general siempre hacia dos o tres obras sobre el mismo tema y de nuevo volvió a pedir el arma, pero esta vez se disparo directamente al pecho un 27 de julio de 1890. Para cuando Theo, llego al cuarto de la Posada, a donde se había arrastrado por propia cuenta, a Vincent, ya no le dolía la herida, fumaba su pipa casi absorto, con una muy leve sonrisa, que la tuvo hasta dormirse para siempre.
Entonces el mito creció hasta nuestros días como si no fuera real la búsqueda de la verdad a través del arte, esa que solo Vincent a costa de su vida pudo realizar…